3/14 Pestañas
¡No dejes de lado tus pestañas! Tus ojos son unas de tus características más notables, entonces asegúrate de que sus marcos (¡tus pestañas!) estén bien cuidadas. No descartes el rímel solo porque estás envejeciendo y piensas que debes descargar tu maquillaje. Tal vez puedes probar un tono más claro (como el marrón) y asegurarte de complementar tu rímel con un buen rizador de pestañas. Sin dudas, el rímel es de los elementos que más ayuda a lograr una apariencia más joven.
4/14 Bálsamo labial
¡No puedes olvidar tus labios! Los principales rasgos a los que la gente presta atención en tu rostro son tus ojos y tus labios, entonces no los dejes por fuera. Primero que todo, pintalabios y bálsamo labial… Diferentes, ¿verdad? ¡SÍ! Recomendamos un bálsamo que contenga protección SPF para proteger tus hermosos labios. Las quemaduras de sol en los labios son LO PEOR, y eso no cambia cuando envejeces. De hecho, a esta edad se vuelven más vulnerables, por lo que su protección e hidratación son todavía más fundamentales. Entonces, cuando busques un bálsamo labial, busca un producto que contenga protección SPF (seguro para los arrecifes), ingredientes humectantes como la miel, aceite de semilla de aguacate o pepino. Si quieres un brillo rosado, encuentra un bálsamos con un color más fuerte y brillante.
5/14 Contorno
Otro paso importante a incluir en tu rutina de maquillaje para tener un rostro fresco y joven es saber cómo contornear adecuadamente. El contorno es único para la estructura facial de cada mujer y el tono de piel, pero esta es la manera segura de garantizar una cara fresca, con el brillo suave en la piel que buscamos obtener. Busca el tono correcto para ti y úsalo en las áreas que quieras resaltar. Antes de empezar a contornear, asegúrate de que estás aplicando sobre una paleta uniforme de base. Es recomendable utilizar contornos con vitamina E para conseguir una piel con mayor elasticidad y servir de aislante ante agentes como la contaminación y el frío.