Más grande de lo que esperaba
A pesar de saber que Yuki, el perro, tendría en enorme tamaño de adulto, se sorprendió al ver cuánto había crecido. ¡A los 8 meses, el animal ya medía 1,5 metros de altura! Era más grande de lo que pensaba el dueño. Poco tiempo después Yuki ya no podía vivir dentro de la casa debido a sus dimensiones.
Enormes dientes
Yuki solo era un cachorro, pero era lo suficientemente grande como para asustar a cualquiera. Mostró algunas características que no habían visto antes. Tenía grandes garras y grandes dientes que asustó al propio dueño. Ahora era el momento de enfrentar los hechos. Así que llamó a Nancy Smith pidiéndole ayuda para que lo recibieran en su refugio de animales.
Un refugio
Nancy escuchó su historia, pero le informó al hombre que ya estaban llenos a plena capacidad. Prometió avisarle cuando pudiera tenerlo. Pero esta respuesta no fue suficiente para él.
Al día siguiente, Nancy recibió una llamada del Refugio de Animales de Broward. Recibieron al perro, pero se dieron cuenta de que no podían manejarlo. Así que querían que Nancy viniera lo más rápido que pudiera.
Un gran animal
Cuando Nancy llegó al Refugio de Animales de Broward, vio algo que nunca olvidaría. Un enorme animal deambulando en una jaula. Con su enorme mandíbula abierta y su aliento caliente vaporizaba el aire mientras jadeaba.
Nancy sintió temblores en la columna después de ver el tamaño de sus dientes y su cabeza. El animal medía 1,5 metros, por lo que era imposible que se tratara de un perro o un lobo.
Yuki ha sido expulsado
Nancy habló con el personal y se enteró de que habían encontrado a la pobre criatura atada en el exterior del refugio. Era una coincidencia muy grande para no tener relación con la llamada telefónica que había recibido el día anterior.
Aparentemente, la persona era tan irresponsable que no podía esperar a que se abriera un lugar en el refugio de animales e hizo las cosas a su manera.
Inesperado
Nancy sintió lástima por este animal. Estaba claro que el propietario no había investigado lo suficiente sobre el perro antes de adquirirlo. Esta pobre criatura ahora tenía que pagar por los actos de su dueño.
De esta manera, Nancy primero pidió que le hicieran una prueba de ADN, para ver si sus sospechas eran ciertas. Sin embargo, ¡no podía creer los resultados de la prueba!