Glover nunca había sido testigo de tal cosa. Se tomó su tiempo y revisó cada rincón de la casa en busca de algún indicio de la entrada hasta dentro de la pared.

¡La cocina! Sí, la cocina. Algo no estaba bien en la cocina.

Un paso a la vez, Glover miró por cada rincón y grieta de la cocina. Las paredes estaban hechas de ladrillos y eran lo más sólidas posible. Pero, ¡Glover se mantuvo firme! Sabía que algo andaba mal. Que de algún modo u otro, esos insectos han encontrado una rendija para llegar hasta ese lugar.

“Debe haber insectos reproduciéndose en esta casa, justo dentro de esta cocina”, dijo Glover.

Usando una cámara infrarroja, Glover pudo descubrir qué había dentro de la pared y era enorme. Fuera lo que fuera, había una númerosa población de insectos que realmente impresionaba.

Después de ver un área tan grande detectada por el escáner de infrarrojos, Glover decidió quitar los ladrillos de la pared. Necesitaba ver qué había detrás de esas paredes.

Cuando sacó el primer ladrillo, no creerías lo que Glover encontró.

¡Abejas! Era toda una colmena. El ruido de las paredes había sido abejas todo el tiempo, muchas de ellas.
¿Cuál fue el consejo de Glover? Solo quedaba una cosa por hacer. La pared tuvo que ser removida. Glover admite que a veces se encuentra situaciones realmente impresionantes que lo dejan sin aliento, y este es uno de esos casos. Continúa para ver cómo se deshicieron de estas abejas.

Prestando atención a cada pequeño detalle, Glover se deshizo de las paredes cercanas al área detectada por la cámara infrarroja. ¡Estaba asombrado! Pero debía reubicarlas con el mayor de los cuidados.

La colmena era mucho más grande de lo que pensaba, la colmena más grande que había visto en su vida. Tenía varias decenas de miles de individuos.

Las abejas están en peligro extinción, y si se extinguieran, eso significaría menos miel disponible para los amantes de la miel. Es bastante rica, ¿verdad? Por lo tanto, destruir estas abejas no era una opción, pero había que conseguirles un nuevo hogar.

Glover pudo encontrar criadores locales de abejas y se las entregó. Las traslado en algunas cajas de cartón hasta las manos más indicadas que le darían un hogar adecuado. Estaban muy emocionados. Las abejas ahora tenían un nuevo hogar y la familia podía disfrutar de su verano en paz.