Un indigente tomó la casa de una anciana, sin saber que no tendría que trabajar de nuevo en su vida|

    Lo más común en la vida de una persona es estudiar y luego trabajar para poder comprarse lo que desea, especialmente si no tiene una casa propia. Todo el mundo sabe que nada viene de gratis y con esfuerzo obtiene todo lo que se necesita.

    Pero en este caso, una anciana le regaló a un vagabundo canadiense su casa, quedó bastante sorprendido este hombre. Esta casa, que en un principio parecía una ruina, escondía algo que el hombre no esperaba.

    Un obsequio

    Fachada de una casa vieja
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    El vagabundo no podía creer lo que escuchó cuando la casa fue registrada por el gobierno. Se preguntaba cómo podía ser tan valiosa esta casa vieja y, además, estando en ruinas. Quedó atónito cuando escuchó la historia contada por el oficial que lo llamó. “¡Nunca pensé que esta casa fuera tan especial!” dijo a los periodistas después. Jamás se lo hubiese imaginado. ¿Te preguntas qué hace que la casa sea tan especial? Ya te contaremos…

    La dueña de la casa

    Anciana de pelo blanco
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    Para conocer la historia debemos remontarnos a la época en que vivía la dueña de esta casa en particular. La anciana, Mia Ellis, quien tenía 89 años, había vivido casi toda su vida en ese lugar, pero siendo tan anciana, ya era demasiado mayor para cuidar de la casa. Su esposo había muerto y ella no tenía hijos, había quedado sin ningún familiar cercano. Vivía sola en esta enorme vivienda que se derrumbaba bajo sus pies.

    ¿Quién está en su casa?

    Escaleras de una casa vieja
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    Cuidar la casa era una tarea enorme, Mia apenas podía cuidar de sí misma ahora. Pero eso cambió un día. Una noche cualquiera, Mia se despertó por un fuerte ruido en la sala de estar. Rápidamente se levantó de la cama y bajó lentamente las escaleras, pero se llevó con ella la escopeta de su esposo, que tenía escondida en su habitación. “¿Quién está ahí?” gritó con voz ronca. Pero no obtuvo respuesta.

    Un extraño en su casa

    Tazas plateadas en la cocina
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    Mientras la anciana caminaba hacia el lugar de donde provenía el ruido, de repente escuchó una voz. El sonido provenía de la cocina esta vez. Se movió lo más rápido que pudo y se paró en la puerta de la cocina. “¡Dime quién eres o te mato!” gritó y apuntó su arma a la sombra en la esquina de la cocina. “¡Por favor, no me dispares! Estaba buscando un lugar para pasar la noche, no tengo casa”.

    Ayuda

    Mendigo con monedas en sus manos
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    Mia bajó lentamente el rifle de su esposo, encendió la luz y miró al extraño. Era un joven, no tenía más de 40 años, pero se veía tan sucio y poco saludable que tuvo lastima por él.

    “Siéntate”, le dijo Mia, señalando el sofá de la sala de estar. Y fue a buscar algo de comer en su refrigerdor. Luego acercó una silla y se sentó frente al hombre.
    “Ahora dime, ¿por qué vives en las calles?”, le preguntó.

    Su historia

    Hombre sentado solo en la calle
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    Resulta que Scott es un drogadicto y lo ha perdido todo. Su trabajo, su esposa, su casa, todo. Pero mientras trataba de volver a encarrilar su vida no le ha sido fácil.

    Cuando entró a la casa de Mia, su intención era solo encontrar un lugar cálido para dormir. No quería robar nada ni lastimar a nadie. Mia escuchó con interés al hombre que le contó sobre su vida. Y cuando terminó, le hizo una oferta muy especial…

    Grandes amigos

    Sostiendo la mano de una anciana
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    Ella se ofreció dearjo vivir en su casa si le ayudaba con las tareas del hogar. Mia se había vuelto tan vieja que ya no podía hacer nada sola. Scott aceptó con gusto esta oferta.

    Durante un año, Scott ayudó a la anciana con todas las tareas de la casa. Hizo sus compras, limpió, cocinó y ayudó a Mia, que tenía problemas para caminar. La amistad entre los dos se fortaleció y siempre disfrutaron estar juntos.

    Otra vez solo

    Hombre con gorro triste
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    Cuando Mia murió a la edad de 90 años, Scott no supo qué hacer con la tristeza. Deambuló tristemente en la casa donde todo lo que veía a su alrededor le recordaba a Mia.

    Por un momento consideró volver a sus viejos hábitos, pero luego recordó las palabras de Mia: “¡Un joven como tú no debería poner ese veneno en su cuerpo! ¡Eres demasiado bueno para eso!” Estas palabras trajeron una sonrisa a su rostro por primera vez en meses.

    Una carta

    Cartas sobre la mesa
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    Lentamente abrió la puerta de la antigua habitación de Mia. ¡Y de repente vio algo muy especial! En la mesita de noche había una carta con un documento al lado. Scott vio que la carta había sido escrita para él.

    En la carta Mia, le agredeció todo lo que hizo por ella. También le dió aliento para que siguiera adenlante y con mucho amor le obsequió su casa con todo lo que había en ella.

    Descubrimientos

    Hombre con teléfono en sus manos
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    Scott leyó la carta con lágrimas en los ojos y cuando abrió el documento era en realidad el testamento de Mia. Había dejado formalmente su casa y todo lo que había en ella a Scott.

    El hombre, apretó la carta contra su pecho y se abrazó durante varios minutos. Era como si este pedazo de papel contuviera un pedazo de Mia, porque tenía su letra escrita. Pero un día Scott recibió una llamada telefónica.

    Un escritor

    Mesa con tinta y pluma
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    La llamada había venido de un empleado del gobierno. La vieja casa en ruinas que heredó perteneció a un escritor canadiense de renombre mundial y Mia era su bisnieta.

    Y eso no fue todo, querían renovar completamente la casa y abrirla al público. Como único heredero, Scott recibiría una pequeña tarifa mensual por esto. ¡Scott no lo podía creer, quedó sin palabras! Decidió aceptar la oferta, pero hizo un cambio muy especial.

    Buena relación

    Hombre cargando a una mujer en el jardín
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    En memoria de su mejor amiga, imprimió una fotografía antigua de Mia en gran formato y la colgó en el pasillo para que la vieran todos los visitantes de la casa. También se hospedó en esta casa, donde coleccionaba recuerdos felices.

    Al final, conoció a la mujer de sus sueños en la misma casa. La mujer, que inicialmente llegó por su interés en el autor,  decidió quedarse en casa con Scott y vivieron felices juntos.

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