Saludaba a la policía todos los días, el día que no lo hizo su instinto lo obligó a visitarla en su casa

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El trabajo de los policías consiste principalmente en ayudar a los ciudadanos. La mayoría de las veces detienen el crimen, pero otras veces pueden hasta ser amables con los niños del vecindario.

Para cierto oficial de policía era una rutina saludar a una niña de 9 años llamada Klynn Scales. Pero un día, cuando algo trágico le sucedió a Klynn, el policía local supo que tenía que acudir al rescate. Descubre lo que le sucedió a Klynn y cómo cambió su vida y la vida del policía local después del aterrador evento.

Un saludo que marca una gran diferencia

Una niña sonriendo en una foto y en la foto de al lado un policía
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A los 9 años, Klynn Scales encontró a su primer héroe, un oficial de policía local. Este policía fue asignado para conducir rondas en su vecindario todos los días. La niña ya sabía la hora en la que él pasaría por delante de su casa y se sentó junto a la ventana a esperar. Al pasar, Klynn lo saludaba muy emocionada.

Al policía le gustó esta interacción amistosa y siempre devolvía el saludo. Todos los días intercambiaban un saludo, tanto en los días más brillantes como en los más difíciles. Pero había una razón por la cual el vecindario de Klynn era patrullado diariamente.

Un área peligrosa

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Patrulla de la ciudad de kansas
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Klynn Scales creció en Kansas City, Missouri. En la década de 1990, cuando solo era una niña, ayudaba a su madre a cuidar a sus dos hermanos menores. Para todos en el exterior parecía una niña que vivía una vida normal.

Sin embargo, su vida era todo menos normal. El vecindario de Klynn era tan peligroso que esperaba ver al policía pasar frente a su casa todos los días. Esta era la realidad en la vida de esta niña y, de alguna manera, encontró la manera de aceptarla. Así sobrevivió al momento más difícil de su vida.

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